Lucas Cranach el Viejo
(Alemania, 1472-1553)
Pintor renacentista y artista gráfico alemán que destacó por sus desnudos femeninos y por sus retratos. Cranach, cuyo nombre real pudo haber sido Lucas Müller o Sunder, nació el 4 de octubre de 1472, en Kranach, ciudad de la que tomó su apellido. Se cree que estudió pintura con su padre. De 1501 a 1504 vivió en Viena, y sus primeros trabajos conocidos datan de este periodo. Se incluye en ellos un retrato del humanista Doctor Reuss (Germanisches Museum, Nüremberg) y una Crucifixión (1503, Alte Pinakothek, Munich). En esta época su trabajo, lírico y animado por entornos paisajísticos, recibió la influencia de Alberto Durero. En 1505 Cranach se convirtió en pintor de corte de los príncipes electores (es decir, aquellos que tenían voto en la elección del emperador) de Sajonia en Wittenberg, puesto que mantuvo hasta 1550. Fue un ciudadano influyente en Wittenberg, recibió un título y llegó a ser alcalde en 1537. En 1508 visitó los Países Bajos, dónde pintó a la realeza, incluyendo al emperador Maximiliano I así como al joven príncipe que le sucedió con el nombre de Carlos I. Para sus mecenas electores pintó escenas bíblicas y mitológicas con sensuales desnudos decorativos, que eran algo nuevo en la pintura alemana. Estos trabajos incluyen muchas versiones de Adán y Eva, El juicio de Paris (1529, Museo Metropolitano de Arte, Nueva York) y Venus y Amor (1531, Musées Royaux des Beaux-Arts, Bruselas). En el Museo del Prado, Madrid, se conserva el cuadro Cacería en honor a Carlos V en el castillo de Torgan (1544), en el que aparecen retratados el duque de Sajonia y el Emperador.
Cranach era amigo de Martín Lutero, y su arte expresa en gran medida el espíritu y los sentimientos de la Reforma alemana. Muchos de los retratos, tallas y grabados de Cranach eran propaganda de la causa protestante. Sus retratos de los líderes protestantes, entre ellos muchas versiones de Lutero y del duque Enrique de Sajonia (1514, Galería de retratos de Dresde), son sobrios y de meticuloso diseño. Cranach dirigía un taller y trabajaba con gran celeridad, produciendo cientos de obras. Murió el 15 de octubre de 1553 en Weimar. De los dos hijos de Cranach, ambos artistas, sólo Lucas el Joven, alumno y a menudo ayudante de su padre, llegó a distinguirse como pintor.
LA NINFA DE LA FUENTE
Lucas Cranach, el Viejo, fue, junto con Alberto Durero,
un destacado pintor del siglo XVI alemán. En sus obras trató tanto temas
religiosos como retratos o escenas mitológicas en las que el desnudo se aleja
de los cánones procedentes de Italia para crear un prototipo estrictamente
alemán que destila sensualidad. Esta tabla representa a la ninfa de la fuente
Castalia, cuya agua bebían filósofos y poetas en busca de inspiración. La ninfa
se nos muestra tumbada sobre un tupido césped, en una posición antinatural, con
la cabeza apoyada sobre el brazo derecho, girando su cuerpo hacia el espectador
y con la pierna izquierda cruzada. Tras la protagonista, en primer término, se
van sucediendo distintos planos que dotan a la obra de profundidad. El tema de
esta composición aúna las referencias a la Antigüedad clásica con las
influencias del arte italiano. Esta ninfa nos remite por su postura a la Venus
de Giorgione de la Gemäldegalerie de Dresde y a las de Tiziano por la cartela
del ángulo superior izquierdo, cuyo texto corresponde a un poema latino. El
carcaj con flechas y el arco apoyados en el árbol pueden hacer referencia a
Diana cazadora o bien a Cupido, acompañante de Venus.
CACERIAS EN TORGAU
Esta tabla, que se acompaña por otra de similar tamaño y temática, fue pintada por Lucas Cranach en honor a las cacerías que se celebraron en el castillo de Torgau en honor de Carlos V, emperador de España y Alemania, que estaba de visita en aquellos dominios. La pareja fue heredada por Felipe II de su tía María, reina de Hungría y hermana del emperador.
La escena actúa como una crónica minuciosa de lo acaecido en aquellos días. No narra las anécdotas de una jornada en concreto, sino que enumera con cuidado las pompas y agasajos que se hicieron al emperador, qué caballeros asistieron, qué métodos de caza se emplearon, cuáles fueron las piezas acosadas, etc.
Para ello utiliza un punto de vista llamado topográfico, y que se empleaba normalmente para realizar vistas de emplazamientos con objeto de que sirvieran como mapa. De esta manera, el ojo del espectador de la cacería se sitúa por encima del bosque, de tal manera que el horizonte terrestre se eleva, ocupando la mayor parte de la imagen para dar mayor espacio al desarrollo de los acontecimientos.
Después, como hacen los biombos pintados del Arte Japonés, descubre ciertas partes del bosque, eliminando las copas y los troncos de los árboles, para que pueda hacerse visible la acción que transcurre bajo su abrigo. En medio del bosque, numerosas figuras, entre las que se pueden identificar las del propio emperador y sus cortesanos, se agitan en plena cacería.
Estas obras servían para inmortalizar eventos importantes, como era la visita de un gobernante a sus territorios, y se reproducían en innumerables grabados, para que el máximo número de personas tuviera conocimiento del hecho.
Pieter Brueghel El Joven
Se cree que nació en la ciudad de Breda, Brabante (hoy Holanda). Sus dos hijos, Pieter el Joven y Jan, fueron también pintores.
Discípulo de Pieter Coecke en Bruselas. En el año 1551 ingresó en el
gremio de pintores de Amberes.
Sus primeras obras son paisajes. Con gran habilidad para captar la esencia de las diferentes estaciones, como Cazadores en la nieve (1565, Kunsthistorisches Museum, Viena) y Urracas en la horca (1568, Hessiches Landesmuseum, Darmstadt, Alemania).
Desde 1555, se dedicó a hacer grabados que luego publicó la casa impresora del artista gráfico Hieronymus Cock. A últimos de la década de 1550 inició una serie de grandes paneles pintados que representaban diferentes aspectos de la vida rural flamenca. El primero fue una representación enciclopédica de dichos populares, Proverbios flamencos (1559, Staatliche Museen, Berlín); le siguieron El combate entre carnaval y cuaresma (1559) y Juegos infantiles (1560, ambos en el Kunsthistorisches Museum, Viena). Entre los últimos se incluyen La Kermesse y El banquete de boda (ambos de 1566-c. 1568, Kunsthistorisches Museum, Viena).
En 1565 completó un grupo de obras que representaban paisajes y actividades humanas a través de las estaciones. La más conocida es Cazadores en la nieve (Kunsthistorisches Museum, Viena). De esta época es también El triunfo de la muerte (c. 1560, Museo del Prado, Madrid).
Sus primeras obras son paisajes. Con gran habilidad para captar la esencia de las diferentes estaciones, como Cazadores en la nieve (1565, Kunsthistorisches Museum, Viena) y Urracas en la horca (1568, Hessiches Landesmuseum, Darmstadt, Alemania).
Desde 1555, se dedicó a hacer grabados que luego publicó la casa impresora del artista gráfico Hieronymus Cock. A últimos de la década de 1550 inició una serie de grandes paneles pintados que representaban diferentes aspectos de la vida rural flamenca. El primero fue una representación enciclopédica de dichos populares, Proverbios flamencos (1559, Staatliche Museen, Berlín); le siguieron El combate entre carnaval y cuaresma (1559) y Juegos infantiles (1560, ambos en el Kunsthistorisches Museum, Viena). Entre los últimos se incluyen La Kermesse y El banquete de boda (ambos de 1566-c. 1568, Kunsthistorisches Museum, Viena).
En 1565 completó un grupo de obras que representaban paisajes y actividades humanas a través de las estaciones. La más conocida es Cazadores en la nieve (Kunsthistorisches Museum, Viena). De esta época es también El triunfo de la muerte (c. 1560, Museo del Prado, Madrid).
LOS
CAZADORES EN LA NIEVE
Los cazadores en la nieve, es
una obra del pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo, perteneciente al ciclo
de seis obras sobre los «Meses» del año. Representa el invierno o los meses de
diciembre y enero. Es un óleo sobre tabla, pintado en el año 1565. Mide 117 cm
de alto y 162 cm de ancho. Se exhibe actualmente en el Museo de Historia del
Arte de Viena, Austria, con el título alemán: Jäger im Schnee.
Desde un primer plano muy elevado se lleva la mirada por un terreno abrupto. Por la izquierda del cuadro aparecen los cazadores, vueltos de espalda, seguidos por la jauría de perros. Entre ellos, las siluetas negras de los árboles van trazando una diagonal que lleva hacia el amplio paisaje que se abre ante ellos. Esa diagonal es el eje dominante de la pintura predomina el blanco de la nieve. Sobre dos lagos helados, se practican juegos invernales. El cielo es plomizo.
Desde un primer plano muy elevado se lleva la mirada por un terreno abrupto. Por la izquierda del cuadro aparecen los cazadores, vueltos de espalda, seguidos por la jauría de perros. Entre ellos, las siluetas negras de los árboles van trazando una diagonal que lleva hacia el amplio paisaje que se abre ante ellos. Esa diagonal es el eje dominante de la pintura predomina el blanco de la nieve. Sobre dos lagos helados, se practican juegos invernales. El cielo es plomizo.
LA TORRE DE BABEL
Se trata de un óleo sobre madera de roble con unas dimensiones de 114 centímetros de alto y 154 de ancho. Fue ejecutada en el año 1563, su tema es la construcción de la torre de Babel que, según la Biblia, fue una torre construida por la Humanidad para alcanzar el cielo. Según el Génesis, Yahvécon fundió la lengua de los hombres, lo que les llevó a dejar la torre inacabada y a que se marcharan en todas direcciones. Es un tema que ya había sido tratado con anterioridad, desde los libros iluminados del siglo VI. Se retoma en el siglo XVI como símbolo del orgullo humano, advirtiendo de sus peligros, así como del fracaso de la racionalidad clásica frente a lo divino. Es así una alegoría del orgulloso imperio internacional de los Habsburgobasado sobre una fe unificada y del estado constituido por banqueros, ministros, clérigos, soldados y pensadores humanistas sicofantes sometidos a tal proyecto. El centro del cuadro lo domina la torre a medio construir, dentro de un amplio paisaje panorámico. El pintor adopta un punto de vista muy alto. En la parte superior de la torre, la presencia de una nube simboliza la pretensión de que querían alcanzar con ella el cielo. La descripción de la arquitectura de la torre por Brueghel, con sus numerosos arcos y otros ejemplos de ingeniería romana hacen pensar de manera deliberada en el Coliseo que representaba para los cristianos de la época el símbolo de la desmesura y de la persecución. De la Arquitectura de la Antigua Roma parece también provenir la mampostería de ladrillo, recubierta en el exterior por muros de sillería. Es interesante constatar que la pintura de Brueghel parece atribuir el fracaso de la construcción a problemas de ingeniería estructural más que a diferencias lingüísticas de origen divino. Aunque a primera vista la torre parece constituida por una serie establece de cilindros concéntricos, un examen más atento demuestra la evidencia que algún piso no reposa sobre una verdadera horizontal; la torre está más bien construida como una espiral ascendente. Los arcos son sin embargo construidos perpendicularmente al suelo inclinado, lo que los hace inestables, algunos ya se aplastaron. Más inquietante puede ser el hecho de que los cimientos y los pisos inferiores de la torre aún no está acabados mientras que las capas superiores ya están construidas. El autor pintó otra obra con el mismo tema, La pequeña torre de Babel, hacia el año 1563, la cual se encuentra en el Museo Boymans-van Beuningen en Rótterdam.